Hay tinta escrita sobre del impacto de la digitalización, los nuevos modelos de negocio o de los nuevos tipos de ciudadanía. Navegando por múltiples reflexiones si algo nos deja en claro estos tiempos modernos son el cambio de las relaciones, el “igual a igual” y la nueva tendencia global en participación ciudadana en entornos públicos y privados.
La innovación no podía quedar fuera de este entorno participativo. Las empresas (y muchos organismo públicos) están empezando a confiar en la vertiente más abierta, lo crow y el ‘co-‘ de la innovación para buscar nuevos aliados, acelerar sus procesos de desarrollo de soluciones y cómo no, presentarse como una marca moderna ante sus clientes o votantes. La cantidad de concursos de ideas, hackatones, convocatorias de colaboración con start ups… cada día es mayor.
Es apasionante ver cómo las empresas, tradicionalmente entes rígidos, cerrados y ordenados, se abren al mundo en búsqueda de un nuevo propósito y capital innovador. Estas empresas que se encuentran ante el reto de aprender a navegar nuevos sistemas de relaciones y a entender cómo abrir sus límites y expandir su impacto.
La naturaleza lleva millones de años innovando. Lleva trabajando en esto incluso antes de que Henry Chesbrough realizase su doctorado sobre Open Innovation en la Haas School of Business en la University of California, Berkeley o Eric Von Hippel introdujese el concepto de Lead User y User Innovation desde la MIT Sloan School of Management.
En este esfuerzo de DOT de emular la naturaleza para generar innovación de alto impacto os vamos a contar cómo nos inspiramos en la bioquímica y en especial en las proteínas para diseñar procesos de innovación abierta corporativa:
1. ¿Por qué lo hacemos?:
Visión compartida y objetivos claros de la co-creación en la innovación abierta:
¿Cómo lo hace la naturaleza?
El metabolismo es la cualidad que tienen los seres vivos de poder cambiar químicamente la naturaleza de ciertas sustancias, es el conjunto de reacciones bioquímicas y procesos fisicoquímicos que ocurren en una célula y en el organismo.
Estos complejos procesos interrelacionados son la base de la vida a escala molecular y permiten las diversas actividades de las células: crecer, reproducirse, mantener sus estructuras y responder a estímulos, entre otras. Por ejemplo podemos hablar de cómo funciona el proceso del metabolismo en los seres humanos y empieza con las plantas. En primer lugar, las plantas verdes obtienen energía a partir de la luz solar. Las plantas utilizan esa energía y una molécula denominada clorofila (que les proporciona su color verde característico) para fabricar azúcares mediante el agua y el dióxido de carbono. Este proceso se denomina fotosíntesis y probablemente ya lo has estudiado en clase de biología.
Cuando las personas y los animales ingieren plantas (o, si son carnívoros, ingieren carne de animales que se alimentan de plantas), incorporan esa energía (en forma de azúcar), junto con otras sustancias químicas fundamentales para fabricar células. El siguiente paso consiste en descomponer el azúcar a fin de que la energía producida pueda ser distribuida a todas las células del cuerpo, las cuales la utilizarán como combustible.
¿Qué podemos aprender de ella?
La innovación abierta forma parte crucial del metabolismo de creación de valor de una empresa, es parte de su combustible. Trabajar una visión de innovación valiente y retadora que active a su vez el ecosistema de innovación que lo componen sus clientes, partners, proveedores y stakeholders. Las empresas con un gran impacto en el mercado de consumo suelen ser la más valientes a la hora de presentar una visión estratégica. Además trabajan intencionadamente un espacio dedicado intensivamente a la innovación abierta: Space10 de IKEA, Wayra de Telefónica o el complejo Orona Ideo son ejemplos de metabolismos abiertos a tener en cuenta. El lenguaje crea realidades y los espacios físicos refuerzan narrativas y visiones.
2. ¿Quién lo hace?
Changemakers, rompiendo muros corporativos
¿Cómo lo hace la naturaleza?
En biología, una proteína transmembrana en una pared celular desempeña una función similar a la de una puerta. Permite a ciertas moléculas o señales entrar a la célula y deja que otras moléculas y señales pasen al sistema externo.
A su vez, la célula puede ser parte de un órgano (supersistema) que está conectado con y es servido por un sistema circulatorio adyacente que conecta a muchos otros sistemas que mantienen vivo a un organismo (otro supersistema). La naturaleza también entendía de pensamiento sistémico antes del genial libro “The Fifth Discipline” de Peter Senge, director del centro para el Aprendizaje Organizacional del MIT.

¿Qué podemos aprender de esto?
Las empresas necesitas diseñar esas entradas de innovación: Los laboratorios corporativos, las plataformas de colaboración las convocatorias de ideas, las alianzas con empresas tienen que estar diseñadas y buscar un tipo de relación win-win concreta (aprendizaje, distribución, nuevos canales, financiación, talento…). Podemos ver decenas de estos casos: Desde el Danone de VidaCaixa al Arsenal Innovation Lab pasando por el Correos Lab o el ecosistema EKINN de Eroski. Todo ellos ecosistemas como fuente de valor y alianzas. Con focos diferentes pero todos con retos y objetivos concretos.
¿Cómo lo hace la naturaleza?
Los canales iónicos son un tipo de proteína transmembrana que permite el paso de iones específicos, a través de la membrana celular. Su estructura semeja un poro o canal relleno de agua con un sistema de compuertas.
Los receptores y ligandos son de muchas formas, pero todos tienen algo en común: vienen en pares combinados en los que un receptor solo reconoce uno o algunos ligandos específicos y un ligando que solo se une a uno o algunos receptores diana.Los canales iónicos activados por ligando son canales de iones que abren en respuesta a la unión de un ligando.
¿Qué podemos aprender de esto?
Ya empezamos a ver puestos de trabajo en Linkedin como “Open Innovation Ecosystem Builder en BBVA”, “Venture Capital & Startup Ecosystem Manager en Amazon” o “Head of New Business Ventures & Innovation en SAS airlines”. Al igual que estas proteínas transmembranas, las empresas tienen que tener roles claros con objetivos específicos para abordar, buscar, activar, invitar y activar iniciativas de innovación abierta. Liderazgos claros para activar lo de “dentro y lo de fuera” y saber ver las oportunidades en la intersección de agentes.
3. ¿Cómo lo hacemos?:
Asimilando la energía de la innovación abierta
¿Cómo lo hace la naturaleza?
El ciclo de Krebs es una sucesión de reacciones químicas, donde se da la degradación de los carbohidratos, las grasas y las proteínas en anhídrido carbónico y agua, con la formación de energía química. Esta ruta compleja es un proceso clave para la vida.
¿Qué podemos aprender de ella?
Es necesario un proceso claro, pautado, con sponsors definidos y entregables pactados para que la asimilación de una innovación sea óptima. No podemos dar por hecho que la transferencia de conocimiento se dé de una forma natural y esporádica ya que generalmente eso no suele suceder, la integración de la innovación en la empresa debe ser pensada y organizada también. La bioquímica nos inspira a diseñar ciclos para asegurarnos la correcta asimilación de la innovación, a esto se le suele llamar IRL: Innovation (Intrapreneurship) Readiness Level.
4. ¿Qué sucede?:
Foco en el resultado, la energía de la innovación abierta:
¿Cómo lo hace la naturaleza?
El catabolismo (del griego kato ‘hacia abajo’, y ballein ‘lanzar’) es la parte del proceso metabólico que consiste en la degradación de nutrientes con el fin de extraer de ellos energía química y convertirla en una forma útil para la célula.
¿Qué podemos aprender de ella?
Esta liberación y creación de energía es lo que tenemos que buscar en una relación de innovación abierta: un proceso entre una corporación y una start up en el cual sean capaces de crear un impacto positivo en el mundo con productos, servicios y soluciones concretas. Colaboraciones diseñadas para el “win win” y con un encaje estratégico para ambas. Dos ejemplos de programas enfocados en la creación de nuevos productos y servicios son el P&G Connect & Develop y el AXA Opensurance.
Una de las cosas más importantes que hemos logrado entender gracias a la visión sistémica de la biomímesis es que todo está conectado. Ningún organismo puede sobrevivir en completo aislamiento de otras formas de vida – incluyendo a las empresas. En el momento que lo entendemos resulta ser un entorno fascinante, lleno de oportunidades para crear vida.
Referencias:
Biología Escrito por Neil A. Campbell, Jane B. Reece (2005)
https://es.wikipedia.org/wiki/Canal_iónico
https://toolbox.biomimicry.org/es/conceptos-medulares/la-vision-sistemica/